Una vez más se aplazó la determinación que determinaría el destino de “La Rolita”, la primera operadora distrital de transporte público, que buscaba garantizar el acceso al servicio del SITP en sectores vulnerables como el caso de El Perdomo y cuenta con una flota cien por ciento eléctrica.
La Rolita, empresa de la que la compañía distrital TransMilenio es accionista mayoritario en un 80 por ciento de las acciones, enfrenta problemas para seguir prestando su servicio del SITP. Esto se debe a un conflicto jurídico que se atribuye al modo en el que la empresa se creó, pues fue investigada por no presentar estudios o análisis previos.
En los últimos días se han realizado debates en el Concejo de Bogotá para dar una determinación definitiva para esta empresa. El más reciente tomó lugar el pasado lunes 7 de abril y tenía el fin de darle un espacio al Distrito para explicar con detalles el proyecto que busca constituir a La Rolita y volver accionista mayoritario a Empresa de Transporte del Tercer Milenio- Transmilenio S.A..
El proyecto comenzó en la administración distrital de Enrique Peñalosa a raíz de la falta de operatividad del transporte en el sector de Perdomo. Para solucionar la problemática, el Distrito se contactó con los operadores privados de transporte y ninguno mostró interés de prestar sus servicios para esa operación.
Por tal motivo, esta administración compró una flota de buses y empezó la construcción de un patio, según lo manifestó María Fernanda Ortiz Carrascal, la gerente general de TransMilenio. Es decir, que cuando se tomó esta determinación el proyecto no contaba con un operador propio definido.
En el año 2021, La Rolita se constituyó como empresa y empezó sus operaciones en Bogotá. Esto ocurrió en la administración de Claudia López. Para ello, se le pidió la autorización previa al Concejo de Bogotá, pero no contaban con un análisis demostrativo. Es decir, que, para poner en marcha el proyecto carecían de un documento que reuniera datos, hechos, argumentos y análisis que demostraran la necesidad de concebir el mismo.
No obstante, la operadora de transporte “La Rolita” se constituyó bajo el Artículo 91 del Plan de Desarrollo de la anterior administración de Claudia López, lo que significa que no es ilegal, pero sí tenía un vacío jurídico.
En la actualidad, lo que la empresa de TransMilenio y la administración de Carlos Fernando Galán quieren es subsanar los vacíos que se dejaron en el pasado, según lo aseguró María Fernanda Ortiz Carrascal.
Más allá de los debates jurídicos, los efectos de la operadora distrital han sido positivos en términos de operación y percepción ciudadana. En el segundo trimestre del año anterior, alcanzó una calificación de “Sobresaliente – A” en la Evaluación Trimestral Integral de Calidad (ETIC), evidenciando su eficiencia. Además, logró un cumplimiento del 97 por ciento en el kilometraje programado y, durante varios meses, superó los 1.3 millones de validaciones mensuales, lo que refleja una amplia aceptación por parte de los usuarios de este medio de transporte.
Al cierre de ese año, reportó utilidades netas por más de 10.086 millones después y actualmente opera acerca de cargadores eléctricos en Bogotá, aportando a la transición energética y a un modelo de movilidad más sostenible para la capital.
En la mañana del lunes, 7 de abril, en el Concejo de Bogotá, los concejales esperaban la presentación de la actual administración para explicar el proyecto que determinaría el futuro de la operadora distrital “La Rolita”, no obstante no tuvo éxito.
“Resulta que hoy varios colegas pidieron la presencia, y yo también, de la directora de La Rolita porque es la que tiene que venir a dar explicaciones de muchas cosas. Entonces el debate se tornó complicado y el presidente levantó la sesión”, le explicó la concejal Diana Diago del Centro Democrático.
La suspensión de la sesión también fue motivada por la determinación de algunos concejales de sostener su voto por cuenta de la falta de presencia de la gerente y liquidar definitivamente la empresa.
“Yo no voy a votar este despropósito y me parece el colmo que la administración no prefiera sanear realmente esto, liquidar esta empresa porque no hay otro camino jurídico y traer aquí los análisis como debe ser. Ahí el Concejo de Bogotá a través de un acuerdo autorizado, autorizará la creación de La Rolita”, afirmó Diago en la Comisión.
Aunque se determinó aplazar la sesión, hay otros concejales que no estuvieron de acuerdo con la determinación tomada por el presidente de la Comisión de Gobierno, Andrés Barrios, de terminar la presentación.
“La Rolita no es un experimento fallido ni una carga para Bogotá. Es una respuesta necesaria, eficaz y cada vez más robusta frente al colapso histórico del modelo privado en el SITP”, afirmó el cabildante Fernando López.
A diferencia de la parte opositora del proyecto, López aseguró que La Rolita es viable e indispensable para los capitalinos. “Este no es un debate sobre ideologías, sino sobre hechos. La capital necesita una empresa pública que actúe donde el mercado no puede. La Rolita es legal, es eficiente, es necesaria. Y no vamos a permitir que muera por intereses políticos o desinformación. La Rolita no se liquida, se fortalece”. Manifestó.
Por el momento, según se lo aseguró López, el clima dentro del Concejo se ve positivo para subsanar el daño jurídico, puesto que la liquidación de la empresa impediría el libre funcionamiento del sistema intermodal del transporte público y dejaría al lugar más vulnerable de la ciudad sin la prestación del servicio.
Lo que tiene algunas similitudes con la explicación de TransMilenio en su justificación sobre el por qué debería continuar La operadora de Transporte Distrital La Rolita. “Nos permite garantizar la prestación del servicio del transporte público esencial para todos los capitalinos en todos los lugares de Bogotá para ofrecer el servicio en zonas donde no hay interés privado”, dice Ortiz Carrascal.
Por lo pronto, el debate quedará agendado para finales de abril. No obstante, esta situación parece no gustar dentro del Concejo de la ciudad. “A mí me parece como una acción dilatoria para que pudiéramos corregir el vacío en este momento mientras se suspenden las sesiones por motivo de la Semana Mayor”, puntualizó López.
Durante el debate, el concejal Fernando López aclaró varias de las afirmaciones que han circulado en redes sociales y en algunos sectores del Concejo. Una de las principales dudas es que la nulidad del artículo 91 del Plan de Desarrollo implicaría la disolución de la operadora pública La Rolita, lo cual es falso: el contrato de sociedad sigue vigente y no existe orden de liquidación.
También se desmintió que TransMilenio haya vendido el 20 por ciento de la empresa a la multinacional italiana Enel sin aprobación previo del Concejo. En realidad, se emitieron nuevas acciones que no eran propiedad de nadie y TransMilenio mantiene el 50 por ciento de participación accionaria.
Otra crítica frecuente apunta a la supuesta inviabilidad financiera de la operadora. No obstante, La Rolita cerró el año pasado con utilidades netas por más de $10.000 millones, incluso con márgenes superiores a los de operadores privados del SITP, sin recibir subsidios adicionales del Distrito.
Finalmente, se aclaró que respaldar el nuevo Proyecto de Acuerdo 256 no constituye prevaricato. Este no busca corregir una supuesta ilegalidad pasada, sino otorgar una nueva autorización bajo parámetros diferentes, lo cual es completamente legal.
De acuerdo con TransMilenio, la flota constituida por más de 195 buses eléctricos transporta a más de 53.000 capitalinos al día en diez rutas que pasan por las diecisiete localidades. Su espacio de operación corresponde a zonas consideradas como vulnerables como lo son es el sector de Perdomo y la localidad de Ciudad Bolívar.
En cuanto al cuerpo de trabajadores, La Rolita genera cerca de 600 empleos formales y el 60 por ciento de los empleados que hay en su planta en su mayoría son mujeres y muchas de ellas son madres cabeza de familia o migrantes de otros países.
La intención de esta empresa es promover la participación activa de mujeres en labores de conducción, que históricamente ha sido constituida en su gran mayoría dominada por hombres. En el sector de Perdomo hay 230 operadoras que conducen los vehículos.
