Un medio de comunicación de cobertura nacional conoció en primicia que el pasado viernes 31 de octubre se firmó un convenio entre la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca, a través de la Agencia Regional de Movilidad y el Banco Mundial para adelantar los estudios y diseños que permitan la ampliación de la Autopista Medellín o conocido también como la Calle 80.
Esta obra tendrá una inversión cercana a los $3,2 millones de dólares para los estudios de prefactibilidad. Este proyecto permitirá la construcción de un tercer carril desde la glorieta de Siberia hasta el puente de Guadiana.
El director de la Región Metropolitana Luis Lota manifestó que con este proyecto se busca mejorar las condiciones de conectividad de todos los capitalinos del occidente de Bogotá y de la Sabana de Occidente.
“Queremos en una primera fase tener la claridad de un tercer carril entre el puente de guadua y la glorieta de Siberia para facilitar la entrada y salida de vehículos, pero vamos de fondo con una solución integral de transporte para que realmente tengamos una mejor conectividad”, afirmó Luis Lota.
Durante los próximos 26 meses, el convenio permitirá adelantar los estudios técnicos, legales, financieros, prediales y socioambientales necesarios para estructurar el proyecto como una asociación Público-Privada. Esto con el finalidad de definir la mejor alternativa de financiación y realización para la adecuación integral de este nuevo corredor.
Indicaron que este proyecto cuenta con el acompañamiento del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), la Secretaría Distrital de Movilidad, TransMilenio S.A., y la Secretaría de Movilidad Contemporánea de Cundinamarca.
En este nuevo corredor vial se contempla la ampliación a tres carriles del tramo occidental de la calle 80 o la Autopista Medellín, entre el puente sobre el Río Bogotá y la intersección de Siberia, la adecuación de la infraestructura para el sistema de transporte masivo Transmilenio y la reubicación del patio-taller del Portal 80.
El acuerdo contempla la aplicación de las políticas ambientales y sociales de la IFC, garantizando que los estudios y diseños se desarrollen bajo estándares internacionales de sostenibilidad.
Desde la Región Metropolitana destacaron que con el proyecto se espera la disminución de tiempos de desplazamiento, la reducción de emisiones contaminantes, la mejora en la seguridad vial y el fortalecimiento del sistema logístico regional.