El más reciente dictamen médico por parte del Vaticano indica que el sumo pontífice entró en una nueva “crisis respiratoria”, la cual le causó un síntoma de vómitos con inhalación y un grave deterioro en su estado de salud.
De acuerdo con la información suministrada por la Santa Sede, el Papa Francisco sufrió lo conocido como una crisis de broncoespasmo, una condición en la que los bronquios se contraen y dificultan la respiración. Este hecho derivó en un síntoma de vómito con inhalación, lo que agravó su estado al comprometer sus conductos respiratorios y generar un desgaste en su función pulmonar.
Ante la crisis, el sumo pontífice recibió atención médica de manera inmediata, incluyendo un procedimiento para eliminar fluidos de los conductos respiratorios y ventilación mecánica no invasiva, una técnica que puede ayudar a mejorar la oxigenación sin usar la intubación.
Así dice en el informe final: “Presentó un ataque aislado de broncoespasmo que, no obstante, determinó un síntoma de vómitos con inhalación y un repentino empeoramiento del cuadro respiratorio”.
El boletín diario también indicó que, pese a la crisis, el sumo pontífice estuvo “siempre alerta y orientado. Francisco colaboró en las maniobras terapéuticas”.
La noticia se da tras el reporte consecutivo de tres días en el que se anunciaban “mejorías leves” en su condición de salud, calificando su estado como “estable” y dejando atrás “la fase crítica” que inició el pasado sábado, 22 de febrero, cuando el Vaticano informó que se había agravado después de sufrir una crisis respiratoria asmática por la que habían tenido que suministrarle “altos contenidos” de oxígeno y encontrarle una trombocitopenia, es decir, un nivel mínimo de las plaquetas, debido a una anemia que requirió transfusiones de dos unidades de concentrado de sangre.
Según la información oficial del Vaticano, el sumo pontífice ha respondido bien a estos tratamientos, no obstante, su pronóstico sigue siendo reservado. Las autoridades de la Santa Sede no han brindado más detalles sobre su condición actual, pero se espera que continúe bajo análisis médico.
Hay que resaltar que, en primeras horas de la madrugada, la oficina de prensa del Vaticano había indicado que el Papa Francisco pasó una noche tranquila y que estaba descansando. Se conocía que el Santo Padre continuaba, desde el pasado jueves, 27 de febrero, “alternando la terapia de oxígeno a alto contenido con la máscara de oxígeno”, que aporta niveles más disminuidos al paciente.
De hecho, se informó que durante la mañana de este viernes su estado se encontraba estable mientras hacía la fisioterapia respiratoria requerida y asistía a oraciones en la capilla, ubicada en la décima plata del hospital Gemelli de la ciudad de Roma, donde ya cumplió más de quince días de hospitalizado.
