En conmemoración del Día Mundial de las Abejas, declarado por Naciones Unidas para crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores, las amenazas que enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible y al suministro de alimentos, el departamento de Cundinamarca ha puesto en marcha la iniciativa gubernamental, “Abejas con la conservación”, una estrategia de mantenimiento de predios de la Secretaría del Ambiente, adscrito a la gobernación.
En ese sentido, la iniciativa busca evitar la pérdida del hábitat de la fauna y flora presentes en el departamento, mediante la restauración de lugares que fueron intervenidos, además de temas asociados a negocios verdes con subproductos de la miel y el polen, que no solo se traduce en una mayor cantidad de frutas, bayas o semillas, sino que puede mejorar la calidad de los productos finales.
“Hace cinco años, comenzamos con la implementación de la estrategia de mantenimiento de predios denominada Abejas con la conservación, que se adelanta en tres predios de conservación de los recursos hídricos, propiedad del departamento, en los municipios de Zipaquirá, Gutiérrez y Villapinzón, donde hemos beneficiado a más de 33 personas que hacen parte de asociaciones de apicultores, en este momento estamos viendo los resultados de la restauración, ya que se comenzó a ver la dispersión de semillas de especies como encenillo, zarzamora, trébol rojo, tuno, diente de león, entre otras”, dice la ingeniera ambiental de la secretaría departamental del Ambiente, Ángela Julieth Ospina Velandia.
Para el departamento, estas aliadas silenciosas del medio ambiente son de gran importancia debido a que para producir un kilogramo de miel es dispensable que una abeja visite unos cuatro millones de flores. Y en el contexto mundial, más del 75 % de los cultivos alimentarios dependen en cierta medida de la polinización. Con la ayuda se incrementa la diversidad genética de las plantas, además de estimular la reproducción y la resistencia de los insectos nativos en ecosistemas degradados. Estos antófilos pueden llevar polen a lugares más lejanos y aumentar la diversidad genética de plantas.
Esta estrategia se enmarca en el Plan de Desarrollo departamental, ¡Región que Progresa!, del programa “Seguridad Hídrica y Recursos Naturales para la Vida”, meta 282 que propende por la conservación de 10.000 hectáreas situadas en áreas de importancia hídrica.
