Tras más de 20 horas de búsqueda de labores sin interrupciones, las autoridades del departamento de Cundinamarca confirmaron en la mañana del jueves 5 de junio la muerte de los tres mineros que habían quedado atrapados en un socavón de una mina de carbón en la vereda El Salto, municipio de Zipaquirá. El trágico derrumbe ocurrió la noche del miércoles 4 de junio en la mina conocida en este municipio como “El Proyecto”.
El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, fue quien dio a conocer el lamentable hecho, expresando sus condolencias a las familias afectadas y asegurando que estas recibirán acompañamiento psicosocial a través de la Secretaría de Energía y Minería Sostenible.
“Tras más de 20 horas de labores de rescate, lamentamos confirmar la muerte de los tres mineros que quedaron atrapados en el derrumbe ocurrido en una mina del municipio de Zipaquirá”, manifestó Rey a través de su cuenta oficial de X.
En el lugar permanecen unidades del cuerpo de Bomberos del departamento, del equipo de Salvamento Minero de la Agencia Nacional de Minería, la Cruz Roja, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), así como efectivos de la Policía de la Región Metropolitana La Sabana. Las operaciones continúan para la recuperación de los cadáveres, dos de los cuales aún se encuentran a 180 metros de profundidad.
El gobernador también informó que la Fiscalía General abrirá una investigación para esclarecer las causas exactas del derrumbe y determinar si hubo responsabilidades por parte de los operadores del socavón.
“Reiteramos nuestro llamado a atender los requerimientos de las autoridades, a realizar la actividad minera bajo condiciones seguras, con la finalidad de evitar tragedias como esta”, añadió el mandatario departamental.
Según informaron las autoridades, la mina donde ocurrió la tragedia operaba de manera ilegal. La falta de ventilación adecuada y la acumulación de gases como metano dificultaron los esfuerzos de rescate desde el comienzo. Equipos especializados instalaron ductos de ventilación y trabajaron para sacar los gases tóxicos que impedían el acceso seguro al socavón.
La tragedia de Zipaquirá se dio casi en paralelo con otro caso en el municipio de Lenguazaque, también en Cundinamarca, donde dos mineros quedaron atrapados en una mina de carbón. A diferencia del caso de Zipaquirá, ambos operarios fueron rescatados con vida tras varias horas de labores de búsqueda.
Este nuevo incidente reabre el debate sobre la minería ilegal y las condiciones de seguridad en los socavones de Colombia. Las autoridades reiteraron su compromiso para reforzar los controles, al tiempo que exhortaron a los trabajadores mineros a cumplir con las normas que garanticen la vida de los trabajadores.
Mientras tanto, el municipio de Zipaquirá y el departamento de Cundinamarca están de luto. Tres familias enfrentan una pérdida irreparable, en medio de una actividad que, para muchos, sigue representando un peligro diario y silencioso.
