El anuncio de la semana pasada del presidente de Colombia Gustavo Petro de declarar el martes 18 de marzo como día cívico ha generado un intenso debate en distintas regiones de Colombia.
Aunque la intención del mandatario nacional es facilitar la participación de los trabajadores en las marchas en favor de sus reformas sociales, varios gobernadores y alcaldes han decidido no acogerse a esta medida y continuar con sus actividades con normalidad.
Uno de los primeros en manifestar su oposición fue el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien dejó claro que ese día cívico será un día laboral común y corriente en la capital de los antioqueños.
En la misma manera, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, también rechazó la declaratoria del día cívico del Gobierno Nacional. Según el gobernador, el departamento no puede permitirse “un día de vagancia” y aseguró que seguirá promoviendo el trabajo como pilar del desarrollo económico y social de Antioquia.
El alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, fue conciso al declarar que su administración no adoptará el día cívico. “Nuestra ciudad es productiva y tiene compromisos con la ciudadanía que no pueden paralizarse”, indicó. Además, dice que las entidades descentralizadas y colegios públicos operarán sin modificaciones.
De otro lado, el alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, confirmó que la ciudad trabajará con normalidad el día cívico. Aunque garantizó la seguridad para quienes deseen marchar, enfatizó que la administración distrital, las instituciones educativas y otros servicios públicos seguirán funcionando común y corriente.
El alcalde Mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, informó que no se unirá a este día 18 de marzo. Además, confirmó que habrá clases con normalidad en todos las instituciones educativas distritales de la ciudad. En Cali lo mismo ocurrió tras el anuncio del alcalde Alejandro Eder de trabajar de manera habitual este día.