• 12 julio, 2025 4:13 am

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Basta ya del protagonismo mediático: el atentado a Miguel Uribe no debe ser un show

Por: Jairo García C

Editor la Tribuna de las Regiones

Es inaceptable cualquier atentado contra una figura pública. La violencia venga de donde venga, debe ser rechazada con contundencia. Pero una cosa es informar, y otra, muy distinta, es montar un espectáculo mediático que convierte a una persona en el centro del universo informativo, mientras el país arde en silencio.

El reciente atentado contra Miguel Uribe ha ocupado la agenda de los grandes medios como si no existiera nada más que reportar. Coberturas extensas, análisis innecesarios, y un bombardeo constante de reacciones políticas han convertido el hecho en una vitrina para el protagonismo, el miedo y la victimización mediática selectiva.

Mientras tanto, líderes sociales siguen cayendo sin que sus nombres ocupen una línea en los titulares. Comunidades enteras viven bajo el control de grupos armados, y los desplazamientos continúan como si fueran una rutina sin importancia. Pero nada de eso genera el mismo impacto noticioso que un ataque contra una figura con apellido conocido y plataforma política.

¿La vida de Miguel Uribe vale más que la de un campesino asesinado en el Cauca? ¿El intento de atentado a un político merece más atención que las amenazas constantes a defensores de derechos humanos en Chocó o Putumayo?

No se trata de restarle importancia al hecho. Se trata de ponerlo en contexto, de evitar el doble rasero mediático y de recordar que el país no puede seguir midiendo la gravedad de la violencia según quién sea la víctima.

Ya es hora de que los medios dejemos de actuar como caja de resonancia de unos pocos y comiencen a reflejar el país real. Un país que duele todos los días, y no solo cuando el dolor tiene micrófono y apellido.

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