Después de una temporada sin lluvias, con escasez de agua y un racionamiento del recurso hídrico para los habitantes de Bogotá y municipios cercanos, ahora se están tomando medidas como la apertura de las compuertas de la Hidroeléctrica del Guavio, por el peligro que esta temporada de precipitaciones infringe sobre las poblaciones afectadas.
Esta fue una medida impuesta por la multinacional italiana Enel Colombia para controlar el nivel de la represa y prevenir las crecientes que se puedan presentar por el incremento del nivel de la represa y del río Guavio. Ante aumento, estas acciones se harían de forma paulatina.
De acuerdo con fuentes de la italiana Enel, la medida se tomó porque la represa llegó a su nivel máximo por la fuerte afluencia de agua proveniente de los ríos que lo suministran. De esta manera se amortiguan las crecientes que se presentan en el río Guavio.

(Foto cortesía de Enel Colombia S.A. ESP)
En la actualidad, el volumen útil del embalse del Guavio se encuentra en un 95,94 por ciento, lo que significa que la ocupación de este cuerpo hídrico supera dicho porcentaje.
Los municipios de Ubalá, Medina, Barranca de Upía, Villanueva y Cabuyaro son las zonas que podrían ser afectadas en caso de que los niveles de la represa causen problemas de inundación u otro tipo de afectaciones que corresponden a este fenómeno.
“La apertura de compuertas es una actividad de carácter preventivo, necesaria para que se puedan controlar y gestionar los niveles de la represa y se amortigüen las crecientes que se presentan en los ríos, y esta no representa ningún peligro para las comunidades”, explicaron desde Enel Colombia.
Según la Gobernación de Cundinamarca, aunque en años anteriores —especialmente durante temporadas de fuertes de precipitaciones— ya se han realizado maniobras como la apertura de compuertas, cada nuevo episodio exige atención especial.
Esto se debe a que El Guavio, ubicado entre Gachalá y Ubalá, es una infraestructura crítica tanto por su capacidad de generación como por los efectos que puede tener en el entorno natural y las poblaciones cercanas.
El embalse, que fue inaugurado en 1992, produce más de 1.100 megavatios de energía, lo que la convierte en una fuente importante para cubrir la demanda eléctrica a nivel nacional. Por eso, cualquier operación técnica, aunque no sea nueva, se considera un asunto de interés general y suele despertar dudas.
Además, la Gobernación resalta que las emergencias registradas en lugares ribereñas durante situaciones similares en el pasado han dejado enseñanzas valiosas. Entre ellas, la necesidad de mejorar la comunicación oportuna con la población y reforzar las medidas de prevención para reducir peligros cuando se efectúan este tipo de procedimientos.

La medida también se toma en el contexto en el que esta hidroeléctrica genera de forma diaria el 7 por ciento de la energía que consume por todo el país, y es que, si sus turbinas no funcionaran, se afectaría el servicio de electricidad a lo largo y ancho de Colombia.
Por eso, la compañía italiana Enel insiste en que se garantice su correcto funcionamiento y opere al 100 por ciento de su capacidad. Es por ello que también se realizan algunas inspecciones y mantenimiento.
A pesar de que no es una alerta inmediata, las autoridades le han sugerido a la población vecina como Ubalá y Gachalá mantenerse alerta y evitar estar cerca de lugares aledaños a estos cuerpos de agua. Además, han restringido el paso de personas y animales en el lugar.
La Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo también se pronunció frente al hecho y aseguró que está organizando con los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo la vigilancia sobre el comportamiento que pueda presentarse en la hidroeléctrica y los otros cuerpos de agua que influyen sobre la misma.
Además, la Gobernación aseguró que este fenómeno se suma a un patrón climático que ha puesto a prueba varias infraestructuras del país, por lo que se han observado en poblaciones inundaciones de las vías, deslizamientos de tierra en las calles y otro tipo de emergencias.
Y es que en el departamento, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), hay alta posibilidad de deslizamientos en algunos municipios de Cundinamarca, lo que implica un peligro considerable para la población y la infraestructura.
“Lo que está en juego no es solo una hidroeléctrica: es la confianza ciudadana en la capacidad del gobierno para proteger la vida en medio de la fuerza impredecible de la naturaleza”, advirtieron desde la Gobernación de Cundinamarca.
“La temporada de precipitaciones afecta todo del departamento de Cundinamarca, lo que significa que debemos mantener vigilancia en los 116 municipios ante cualquier eventualidad que pueda generarse por las fuertes precipitaciones”, aseguró el capitán de Bomberos de Cundinamarca, Álvaro Farfán.
Por eso, desde el Instituto de Hidrología se les recomienda a la ciudadanía y los sistemas locales de gestión del riesgo permanecer alertas a los comunicados que son divulgados por la entidad y de las autoridades locales, especialmente en lugres de ladera, cercanas a ríos o propensas a incendios.