El municipio de Cachipay, Provincia de Tequendama en Cundinamarca, está de luto por la muerte de una niña de tan solo 8 años de edad que falleció tras recibir un disparo, esto en medio de forcejeos entre la Policía y un grupo de personas de la comunidad. “La violencia nunca será el camino para la solución de conflictos”, expresó el gobernador Jorge Emilio Rey, quien entregó detalles del caso.
A través de su cuenta de X, el mandatario departamental explicó que durante la noche del 4 de abril, un grupo de personas, aparentemente del mismo núcleo familiar, bloqueó una vía del municipio. La Policía llegó a la zona a persuadirlos para que despejaran el lugar, pero, según ellos, “durante el procedimiento se presentaron fuertes forcejeos con los manifestantes, quienes portaban machetes y tiraban piedras”.
De acuerdo a estos hechos, una menor de 8 años de edad fue alcanzada por un disparo y finalmente falleció. Otras dos personas también resultaron lesionadas con arma de fuego. “Hemos solicitado que estos hechos sean objeto de una rigurosa investigación. Lamentamos y rechazamos profundamente la pérdida de esta menor; toda nuestra solidaridad con sus
familiares”, expresó el mandatario departamental.
El ministro de Defensa del gobierno nacional, Pedro Arnulfo Sánchez, dice que la menor se encontraba de un vehículo con vidrios oscuros al momento de recibir el impacto de bala.
La niña que murió en una asonada en el municipio de Cachipay, Cundinamarca, se llama Allison Yuliana Hernández Pinto, de 8 años de edad. Las personas que resultaron heridas en esta disputa fueron trasladadas al centro de salud del municipio, donde, según el gobernador, ciudadanos entraron y vandalizaron las instalaciones del lugar.
Los elementos del recinto hospitalario de Cachipay están tirados en el suelo y los vidrios de las puertas se encuentran dañados.
El secretario de Gobierno de Cundinamarca, general (R) Luis Fernando Navarro, explicó que no había motivos de peso para que este grupo de personas estuviera bloqueando la vía del municipio. Indicó que los manifestantes agredieron a las autoridades con elementos como machetes, cuchillos y piedras, acciones que se vieron exacerbadas cuando llegaron los refuerzos al lugar.
Aunque inicialmente se había reportado que dos personas habían salido heridas, el funcionario confirmó que la cifra real era de tres. Con relación a los actos vandálicos en el centro de salud municipal, afirma que esta no era la primera vez que intimidaban al personal médico de este centro de salud y que la integridad de los mismos se vio amenazada.
Una de las preguntas que más resuenan tras la tragedia es quién disparó el arma que acabó con la vida de la niña de 8 años, un enigma que solo podrá ser resuelta con seguridad cuando el CTI de la Fiscalía General de la Nación realice las evidencias correspondientes.
Durante la jornada, se adelantó un consejo de seguridad que tuvo que ser suspendido mientras se realizan labores de coordinación. Esperan que en las próximas horas puedan comunicar lo pactado en esta reunión.
“En el departamento de Cundinamarca no se pueden permitir comportamientos de esta manera. La convivencia es un factor clave. Un tema de estos, de intolerancia, de falta de respeto a la autoridad, vean en lo que termina, en la lamentable pérdida de la vida de esta inocente menor”, dice el general retirado.
