La vicepresidenta Francia Márquez habló con la emisora nacional “La W” sobre su salida del Ministerio de la Igualdad, que se hizo pública definitivamente cuando el presidente Gustavo Petro presentó en su nuevo gabinete a Carlos Rosero como el nuevo jefe de esa cartera ministerial.
La vicepresidenta Marquez recordó que “fui designada hace año y medio como ministra de la Igualdad”. Recordó, como lo hizo en el Consejo de Ministros del pasado 5 de febrero, que “presenté mi renuncia más o menos hace un año al presidente. En su momento, Petro no la aceptó y en esta coyuntura él decidió designar a otra persona para liderar este ministerio”, indicó, sin precisar si fue notificada sobre su salida de la cartera más nueva del Gobierno Nacional.
Francia Márquez reconoció que “tengo algunas diferencias con el presidente y las expuse al país en el Consejo de Ministros que fue televisado, en términos de la forma, en términos de la corrupción que se viene presentando, diferencias con algunas personas de la forma como han actuado”.
Tras su salida del Ministerio de la Igualdad, la funcionaria admitió que “estoy triste, no soy de andar ocultando mis sentimientos, me duele parte de lo que está pasando, pero estoy tranquila del trabajo que estoy haciendo por cada población vulnerable de Colombia; me toca seguir adelante, sembrando la esperanza para que la dignidad se haga costumbre. Es parte del camino que toca seguir recorriendo. Quiero decirles a los colombianos que aquí sigo acompañando al presidente Petro en medio de las diferencias”.
Pese a esta tristeza que la embarga, manifestó que “hablé con el presidente Petro esta semana, tuvimos un diálogo importante para esclarecer nuestras diferencias y seguir trabajando por el bienestar de Colombia”.
Durante el Consejo de Ministros del pasado 5 de febrero, Francia Márquez le manifestó al presidente Petro que “no me parece, y respeto a Armando Benedetti, pero no comparto su decisión; la respeto porque usted es el jefe de Estado y es el presidente, pero no comparto su decisión de traer a este Gobierno a esas personas que sabemos que tienen gran parte de responsabilidad con lo que está aconteciendo”.
Y dice: “Y no me parecen en este Gobierno las actitudes de Laura Sarabia con nosotros, conmigo, que me ha tocado decirle “respéteme que soy la vicepresidenta”.
Ahora, tras su salida del Ministerio de la Igualdad, Francia le dijo esto al medio citado al ser interrogada sobre la canciller: “Como vicepresidenta y ministra no encontré las garantías necesarias”, pero “eso no ha sido un impedimento. Contra viento y marea he avanzado gracias a un equipo que me ha acompañado”. De todas formas, dice, “me hubiera encantado tener mayor apoyo”.
Luego, sobre el nuevo ministro del Interior, Armando Benedetti, la funcionaria dice que “le pedí al presidente que me permitiera liderar la política de género, para transformar las violencias contra las mujeres en Colombia”.
“Me enteré como ustedes de las denuncias que la esposa de Benedetti hizo en su momento, por eso me expresé”, señaló al respecto. Reiteró que “respeto al presidente, respeto las determinaciones que ha tomado así no las comparta, y espero que sea yo o mucha gente la que se esté equivocando”.
“Hay varios escándalos de corrupción, a través de ustedes me he enterado de ellos”, dice la vicepresidenta, quien indicó que “no hice campaña para estar en un gobierno que tenga estos hechos de corrupción”.
Admitió que “en otros gobiernos anteriores los escándalos de corrupción han sido terribles, pero en términos de coherencia tenemos que contrarrestarlos”, por eso lamentó que haya hablado “con gente que tiene impregnado natural las prácticas de corrupción que no deben ser”.
Además, manifestó, “siempre he sido insistente en investigar los hechos de corrupción que se presentan en el Gobierno Nacional”.
Francia Marquez, además, dice que esperaba “que los ministros que han llegado puedan contribuir a que se sigan avanzando en las metas que hicimos en campaña, en cumplirle al país”.
Francia Márquez entregó el viernes 28 de febrero una sede universitaria en el municipio de Suárez, Cauca, con la que espera “que la juventud, en vez de empuñar un fusil, coja un lápiz y libro”.
