Un caso reciente de un presunto maltrato infantil en el barrio Patio Bonito, en el sur de Bogotá, ha provocado indignación y múltiples reacciones en la opinión pública, con versiones encontradas y un proceso judicial que está en curso.
En el centro de la polémica se encuentra María José Pérez Barrera, conocida en redes sociales como “Majo Escobar”, que, recientemente, emitió un comunicado rechazando los señalamientos en su contra y defendiendo su inocencia.
A través de una publicación en su cuenta de Facebook, Pérez Barrera presentó su versión de los sucesos, desmintiendo las acusaciones que la vinculan al estado crítico de salud del niño de cuatro años. Según su narración, las pruebas que demuestran su inocencia serán entregadas a las autoridades competentes en los tiempos legales.
“No me estoy escondiendo como anda diciendo todo el mundo, ni tampoco tengo nada que ver en la noticia como la familia de ella ha querido hacerme quedar por redes sociales”, manifestó, dando comienzo a su publicación, que podría tener un impacto en el desarrollo del caso y de las investigaciones.
El caso surgió luego de que el niño fuera encontrado en condiciones que dieron una investigación judicial y la búsqueda de responsabilidades entre quienes tenían su protección.
En medio de esta situación, María José decidió emitir su declaración pública, manifestando detalles sobre su relación con el menor y su madre, Ingrid. Además, negó rotundamente los rumores que indicaban que estaba evadiendo a las autoridades.
“Estaba esperando consultar con mi abogado para poder hacer la entrega y recopilando las pruebas necesarias donde demuestran que no soy culpable”, expuso María José.
Según la mujer, su interacción con el menor fue cercana, señalando que ella asumía las responsabilidades en el hogar debido a la ausencia de Ingrid. También mencionó que su relación con la madre del niño era conflictiva, caracterizada por desacuerdos respecto al manejo de la situación familiar. No obstante, insistió en que en ningún momento hubo maltrato hacia el menor.
“Ella más que nadie sabe lo que cuidé a ese niño y que cuando ella casi nunca permanecía en la vivienda, el niño me decía que no la quería porque todo lo hacía yo en vez de ella, que era la madre”, añadió a su versión.
En su manifestación, Pérez Barrera también respondió a los señalamientos de que estaba bajo los efectos del alcohol en el momento de los hechos. Reconoció que ambas, ella e Ingrid, habían estado en un bar, pero negó que esto la implicara en un comportamiento negligente hacia el menor. Además, aludió a problemas emocionales y mentales previos en el menor y en Ingrid, buscando contextualizar los desafíos que enfrentaban como familiar.
“Ella tiene problemas mentales, los cuales el menor también ya traía cuando nos fuimos a vivir. En mi celular tengo las pruebas, lo cual ella no me quiere regresar”, Manifestó.
El caso ha despertado suposiciones en redes sociales, donde diversas hipótesis han circulado, algunas señalando al niño como testigo clave en la investigación. Sin embargo, las autoridades aún están recopilando pruebas y testigos para esclarecer lo sucedido.
María José Pérez Barrera aseguró que, de demostrar su responsabilidad, acatará las decisiones judiciales, pero mantuvo su inocencia y expresó su confianza en que las pruebas la exonerarán.
Por ahora, se espera que tanto María José Pérez como la madre Ingrid rindan sus declaraciones ante las autoridades, quienes continúan investigando para determinar las circunstancias exactas del caso. Mientras tanto, la comunidad sigue atenta al desarrollo de esta situación que ha generado gran preocupación por el bienestar del niño.
Ante la gravedad de este caso, la Policía Metropolitana de Bogotá reiteró su compromiso con la protección de la infancia y la adolescencia, por lo que destacó que este tipo de delitos son tratados con la mayor prioridad para entregar resultados que permitan reparar a los afectados. Asimismo, las autoridades competentes hicieron un llamado a la comunidad en general para que se denuncie cualquier situación que pueda poner en peligro a menores de edad, recordando que la colaboración es fundamental para prevenir y combatir este tipo de delitos en contra de la integridad de los niños de Colombia.
Hipótesis extraoficiales indican que la persona responsable de la agresión le habría propinado varias heridas de gravedad al menor de edad empleando un palo para agredirlo en repetidas ocasiones, además de recibir varios golpes en su cuerpo, por lo que el estado del niño es reservado y las autoridades no han dado mayores detalles sobre el análisis médico.